El caso comenzó con una denuncia de los apoderados del Banco Nación contra tres empleados de la sucursal Campana que en julio y agosto de 2018 cometieron irregularidades en operaciones de compra venta de dólares mediante la realización de movimientos de fondos que no quedaban registrados en el sistema operativo del banco.

Esas conductas se observaron en las filmaciones internas del banco correspondientes al sector de las cajas y que fueron utilizadas como prueba por la justicia.

Modus operandi

En el banco comenzaron a sospechar que los empleados en cuestión realizaban operaciones de compra y venta de dólares sin registro. Compraban la moneda extranjera de manera fraudulenta y luego la vendían a ocasionales clientes que se presentaban en sus puestos de caja.

Atendían a clientes que se acercaban sin ser llamados a través de lo que se conoce como el “turnero”.

Los clientes no recibían los tickets de compra-venta de moneda extranjera sino únicamente una constancia de la cotización del día del dólar.

Los empleados retenían los dólares en un cajón, los que luego vendían a terceros por fuera del sistema bancario. Eran ofrecidos a través de sus celulares personales

La imputación

Para la jueza Silvina Mayorga, quedó demostrado que “valiéndose de los cargos que ostentaban en la sucursal Campana del Banco de la Nación Argentina, incumplieron los deberes que esas posiciones les imponía al haber realizado operaciones de compra-venta de moneda extranjera y realizado movimientos de fondos que omitieron registrar en el sistema operativo de esa entidad bancaria”

Lo que les permitió sustraer de ese modo los caudales cuya administración, percepción o custodia les fueron confiados”, remarcó.

En el fallo del Tribunal Oral Criminal de San Martín se describieron las operaciones realizadas, por ejemplo, una de agosto de 2018 en la que uno de los acusados efectuó una compra de 8 mil dólares a pedido de un cliente al que pagó a cambio 232.800 pesos argentinos.

Omitió ingresar la operación en el sistema operativo respectivo. Ese es solo un ejemplo.

Un mecanismo aceitado

Quedó demostrado que los acusados de manera mancomunada, con sus conductas intervinieron en la transacción de compra-venta de dólares que no asentaban en los registros de la institución; dólares que luego vendían a terceros por fuera del sistema cambiario en provecho propio y en perjuicio de la entidad bancaria”

Esas conductas reconocían en todos los casos un mecanismo en común y se reiteraron en el tiempo.

“El mecanismo estaba aceitado”, destacó el fallo.

Los acusados negaron los hechos, pero luego suscribieron un acuerdo de juicio abreviado y reconocieron el delito.

Fueron condenados por “peculado” a dos años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación absoluta perpetua.

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