Entre enero y mediados de agosto de este año, el Tribunal Superior de Justicia porteño recibió 3917 causas, de las cuales 2884 se derivan del fallo Levinas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que validó al Tribunal Superior de Justicia de la ciudad de Buenos Aires como instancia de apelación previa para los fueros nacionales ordinarios con sede en CABA.
Dentro de ese universo, 2551 expedientes son laborales, 259 civiles y comerciales, 64 penales y 10 de la Secretaría de Asuntos Originarios del máximo tribunal del país.
Más demanda, nueva sede
El TSJ inauguró su nueva sede en Carlos Pellegrini 313, frente al Obelisco. El edificio, diseñado en los años 60 por el prestigioso arquitecto Mario Álvarez, fue puesto en valor y concentrará las oficinas encargadas de tramitar las causas que ingresan al fuero porteño tras el fallo Levinas, que consolidó la autonomía judicial de la Ciudad.
El acto contó con la presencia del jefe de Gobierno, Jorge Macri, parte de su gabinete, consejeros de la magistratura de la Nación y de la Ciudad, además de los jueces del TSJ.
“A la justicia nacional le cuesta aceptar nuestra competencia. El desafío es aunar esfuerzos para no perjudicar al ciudadano”, señaló la presidenta del Tribunal, Inés Weinberg, acompañada por los jueces Alicia Ruiz, Luis Lozano, Marcela De Langhe y Santiago Otamendi.
Autonomía y transferencia
Weinberg remarcó que el fallo Ferrari contra Levinas de la Corte Suprema consolidó la autonomía prevista en la reforma constitucional de 1994 y abrió paso a la transición en la que la justicia local asumirá competencias de la justicia nacional en materia civil, comercial y laboral.

Por su parte, Jorge Macri destacó la recuperación del edificio y el respaldo del gobierno porteño al proceso. “El traspaso de la justicia refuerza la autonomía de la Ciudad y es nuestra vocación seguir avanzando hacia una transferencia plena”, afirmó.
Como ejemplo, mencionó los avances en materia laboral: “Ante la falta de un traspaso judicial, la Ciudad creó su propio fuero, con códigos laborales propios, porque el 25% del PBI argentino se produce en esta jurisdicción”.
En un posteo en la red social X, el ministro de Seguridad porteño Gabino Tapia refirió que “estas oficinas, además de ampliar la infraestructura del TSJ, son un símbolo de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires y de nuestra capacidad para brindarles a los porteños un servicio de Justicia más ágil, moderno y cercano”