Superó la obesidad, pero las secuelas afectaban su salud y autoestima. Ahora la justicia le dio la razón y una obra social deberá cubrir la totalidad de una abdominoplastía y una cirugía para quitar el exceso de piel de sus muslos
La Cámara Federal de Resistencia confirmó un fallo que obliga a la obra social Sancor Salud a cubrir de forma total y urgente una cirugía reparadora para una afiliada que, tras superar una obesidad mórbida, padece graves secuelas físicas y emocionales.
La obra social se había negado a autorizar la operación, argumentando que tenía un fin estético y no estaba incluida en las prestaciones obligatorias.
Sin embargo, las juezas Rocío Alcalá y Patricia Beatriz García consideraron que la intervención tiene “carácter terapéutico y reconstructivo”, y recordaron que el derecho a la salud tiene jerarquía constitucional.
En su resolución, la Cámara sostuvo que los tribunales deben evitar “un daño irreparable” cuando está en juego la integridad física o la dignidad de una persona, y destacó que las obras sociales no pueden interpretar de manera restrictiva las coberturas médicas.
El fallo cita además la Ley 26.396, que declara de interés nacional la prevención y tratamiento de la obesidad y sus secuelas, y la Resolución 742/2009 del Ministerio de Salud, que incluye las cirugías plásticas reparadoras postbariátricas dentro del Programa Médico Obligatorio.
Protección del paciente
Para la Cámara Federal, negar la cobertura en un caso como este afectaría directamente la salud física y emocional de la paciente.
“El sistema de obras sociales debe brindar prestaciones integrales y no concebirse en forma restrictiva”, remarcaron las magistradas.
De esta forma, el tribunal ratificó que Sancor Salud deberá cubrir al 100% la cirugía reconstructiva indicada por los profesionales tratantes, marcando un nuevo antecedente en defensa del derecho a la salud y la atención integral de las secuelas posobesidad.
El caso
La paciente había perdido cerca de 30 kilos luego de un tratamiento interdisciplinario. Pero la drástica reducción de peso le provocó grandes pliegues de piel, infecciones frecuentes, dolor y lesiones cutáneas, además de problemas psicológicos y de autoestima.
Por recomendación de su médica tratante, la mujer solicitó la cobertura de una abdominoplastia completa y una cruroplastía bilateral, cirugías que —según los informes médicos— son reparadoras, no estéticas, y necesarias para mejorar su salud y su calidad de vida.