Un plenario de todos los integrantes de la salas de apelación de la Cámara Nacional en lo Civil rechazó aplicar el fallo Levinas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y advirtió que las sentencias de los jueces nacionales del fuero no son apelables ante el Tribunal Superior de Justicia de la ciudad de Buenos Aires
Lo hizo entre serias advertencias sobre las consecuencias que traería la aplicación de la decisión del máximo tribunal del país a todas las decisiones del fuero dedicado a temas de salud, familia, sucesiones, accidentes de tránsito, entre muchos otros que tienen repercusión directa en la vida cotidiana de la población.
“Quienes firmamos este acuerdo plenario lo hacemos en la convicción de cumplir con nuestro deber más sagrado: el que tenemos para con la Constitución y las leyes de la República. La independencia judicial exige templanza y entereza en los momentos difíciles”, advirtieron
Los camaristas dispusieron que “no pueden recurrirse las sentencias de los jueces nacionales en lo civil por ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires”, en un fallo plenario de 57 carillas.
Los efectos del fallo Levinas, según el fuero civil
En el fallo plenario se enumeró:
- Efecto altamente negativo, que podría llevar a la parálisis del sistema.
- Juicios en trámite que podrían demorarse durante varios años más.
- Se privaría a los magistrados -e indirectamente, a los ciudadanos- de la infraestructura de apoyo con la que actualmente se cuenta: archivo, biblioteca, oficiales notificadores, oficiales de justicia, morgue, cuerpo médico forense, entre otros.
- Esto redundaría, finalmente, en un aumento sideral de los impuestos a cargo de los ciudadanos de la Capital Federal.
- El objetivo constitucional de afianzar la justicia se vería seriamente vulnerado. Se suma a lo expuesto la grave situación imperante, en la que existen numerosos cargos vacantes, con concursos ya realizados, algunos acuerdos otorgados por el Senado, y muchos pendientes de ser propuestos.
Otros argumentos
Los jueces agregaron que “se desperdiciarían años de trabajo”
“. En definitiva, la pretensión de someter las decisiones de la Justicia Nacional al control del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, que pertenece a una jurisdicción local, implica un grave atentado a la independencia de este Poder del Estado y a la organización constitucional y republicana.