Todo comenzó el 19 de diciembre de 2014, días antes de Navidad cuando el banco Santander Río por una falla técnica depositó por error un millón de dólares en la cuenta de un empresario.
El 22 de diciembre, César G se presentó por caja en la casa central del banco en el microcentro porteño y retiró 300 mil dólares. El 23 y en una carrera contra el tiempo ante el inminente asueto navideño, sacó otros 400 mil.
El hombre se llevó 550 mil dólares a su casa y el resto lo puso a resguardo en una caja de seguridad en la sucursal donde tenía la cuenta, en la localidad bonaerense de Lomas del Mirador.
Poco después el Banco advirtió lo sucedido, hizo la denuncia, le impidió acceder a la caja de seguridad y bloqueó el dinero que faltaba extraer de la cuenta corriente.
Ahora la Justicia ordenó al hombre que devuelva 550 mil dólares y lo condenó a pagar 15 mil pesos de multa por “apropiación de cosa ajena por error reiterado”. El delito no prevé pena de cárcel.
Sobre los 550 mil dólares, el acusado sostuvo en el juicio que no puede reintegrarlos porque ese dinero que se llevó a su casa fue robado por desconocidos días después, cuando “se tomó unos días de descanso” en la Costa Atlántica.
Cómo ocurrió el error
“El Banco Santander Río había efectuado una operación de compra venta de divisas con el banco HSBC por medio de la cual el primero adquirió al segundo la suma de un millón de dólares estadounidenses ( uSs 1.000.000) que debieron acreditarse en el sector de Operaciones de Tesorería de esa entidad bancaria, pero que debido a una falla técnica del sistema de liquidación automática de transferencias, ese dinero se acreditó en la cuenta del imputado”, se detalló en el fallo.
Apenas advirtió el ingreso del dinero y “a sabiendas de su ajenidad” el cliente comenzó con los retiros.
En su defensa argumentó que creyó que se trataba de pagos de una deuda que tenía con su empresa de seguridad una firma declarada en quiebra.
Cuando volvió a la sucursal Lomas del Mirador para vaciar la caja de seguridad, se le impidió el acceso y envió una carta documento al Banco con un reclamo por ello.
Sobre el dinero que dijo fue robado de su casa, hizo una denuncia policial pero nunca se presentó a ratificarla, remarcaron los jueces.
“Pretende demostrar su actuación de buena fe a través del desarrollo de un relato inverosímil, inaudito, extravagante e incomprobable que culmina con la mención de que el dinero que mantenía a resguardo en su vivienda le fue sustraído por personas desconocidas cuando él se había tomado unos días de descanso en la Costa Atlántica (…) El relato del acusado es aún más inadmisible si se tiene en cuenta que la denuncia que dijo haber formulado por el atraco en su vivienda fue archivada por el fiscal debido a que no se presentó a ratificarla”, sostuvo el fallo.
La Cámara Nacional de Casación confirmó la condena al pago de multa, costos del juicio y devolución de los 550 mil dólares, dictada en abril de 2018 por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 10, a cargo del juez Alejandro Noceti Achaval.
Los camaristas Gustavo Bruzzone, Jorge Rimondi y Patricia Llerena tampoco creyeron las explicaciones y remarcaron que hasta el depósito del millón de dólares, esa cuenta bancaria estaba vacía.