“Pez fósil óseo perteneciente al género Vinctifer” y “botella silbadora antropomórfica de la Cultura Manteña Huancavilca”. Los avisos publicados para la venta oline en Mercado Libre llamaron la atención de la policía. Parecían piezas arqueológicas del tipo de las que está prohibida su venta.
 Sin ser paleontólogos ni arqueólogos, como resaltó el fallo en el que se confirmó el procesamiento de la vendedora, los policías de la División Tutela de Bienes Culturales de la Policía Federal Argentina intuyeron que podía tratarse de piezas protegidas. Entonces pusieron las publicaciones en conocimiento del Museo de Historia Natural “Bernardino Rivadavia”. La institución informó que una de las piezas era “material paleontológico original”
Se trata de un objeto protegido por la ley 25.743, que en su artículo 48 prevé dos  meses a dos años de prisión e inhabilitación especial de  hasta 5 años a quien “transportare, almacenare, comprare, vendiere, industrializare o de cualquier modo pusiere en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos nacionales e internacionales”
Las piezas fueron secuestradas en un allanamiento al domicilio de la autora de la publicación, quien resultó ser experta en antropología por lo cual para los jueces no pudo desconocer el origen de lo que puso a la venta.
Tras un peritaje se determinó estar ante piezas protegidas por la legislación.
“Cierto es que no se destacó en las publicaciones que se trate de piezas arqueológicas o paleontológicas, y mucho menos que fueran objetos protegidos por ley. No obstante, ello no equivale a decir que no hubiera sabido, ni podido conocer, que era lo ofertado”, concluyó la Cámara Federal porteña al confirmar el procesamiento.
Sobre la “botella silbadora” los expertos confirmaron sin duda su valor arqueológico. “Debía presentarse como notable que tan particular objeto nunca se trató de una artesanía en roca de valor puramente decorativo”, como se la presentó.
En cuanto al “Huanco en cerámica antiguo”, los expertos no pudieron determinar si se trató de un “bien cultural protegido por ley” pero remarcaron  ” su importancia y valor. Al menos, señalando que era una pieza venida de una colección particular, que era procedente del Ecuador y, sobre todo, “auténtica””
Los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens confirmaron el procesamiento y embargo por 30 mil pesos.

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