“Hay una historia particular, hay una historia de amor”
Con esta frase, la testigo abrió la puerta a los recuerdos: J.K., prestigioso médico oncólogo, vivió décadas de amor clandestino con una mujer casada. Se conocían de chicos, habían noviado y por las vueltas de la vida, ella se casó con otro hombre. Con los años, él promediaba los 50, se reencontraron y vivieron un romance furtivo por varias décadas.
Ella casi no se hablaba con su marido y dormían en cuartos separados. En esa época, era complicado pensar en un divorcio.
En el 2012, el médico falleció. Nunca tuvo hijos y dejó todos sus bienes al nieto del amor de su vida.
El joven y otras dos parientes tuvieron que enfrentar un juicio penal por supuesta “estafa procesal” iniciado por dos primos del fallecido, quienes lo acusaron de falsear la firma del testamento.
La Justicia dio por probado que el heredero cuidó del médico hasta sus últimos días y que, enterado del romance con su abuela, hasta los llevaba a visitarse mutuamente.
“Por favor, cuidá a tu abuela”, escribió de puño y letra en el testamento a favor del joven, firmado cuando ya se encontraba en un geriátrico por su estado de salud.
Esa frase se consideró clave a la hora de absolver al heredero y a las otras dos acusadas. “Existe un cuadro indiciario serio, concordante y objetivo que indica que resulta probable o verosímil” que el médico “abrigara en favor” del joven heredero “voluntad de retribución por los cuidados, el afecto y las atenciones brindadas”, concluyó la jueza María Gabriela López Iñiguez, del Tribunal Oral Federal 8, que dictó el fallo.
“Este contexto permite incluso dar un sentido a la mención expresada en el documento pues bajo la hipótesis de que el testamento no sería más que una falsa maquinación para apoderarse de bienes ajenos de modo indebido, no tendría mayor lógica que” el joven “insertara una frase por la cual se exhortase a sí mismo a cuidar a su propia abuela”.
En el juicio hubo testigos que declararon que el joven “se ocupó de la salud” del médico, “le preparaba comida, le hacía las compras, le cambiaba los pañales, las sábanas” y sobre todo “se ocupaba de mantener en contacto” del hombre con su abuela
Llevaba a su abuela “a escondidas” al geriátrico donde el médico pasó sus últimos tiempos “para que pudieran verse y estar juntos”.
Pero esta no fue la única prueba que tomó en cuenta: “En el certificado de defunción se indicó que quien reconoció el cadáver” fue el joven heredero ” lo que razonablemente nos permite pensar que era la persona de contacto con la que se manejaba el geriátrico”.
“Sus primos, según su propia declaración, no sabían a ciencia cierta dónde había fallecido, no concurrieron al sepelio, ni tampoco tenían certeza sobre quién había fallecido primero” si su pariente o la abuela del joven.
En el fallo se tuvieron en cuenta viejas fotos de eventos familiares, en los cuales estaba el médico con el joven, su abuela y otras personas. “Se puede apreciar el paso de las décadas, en contextos siempre iguales, de gran familiaridad, compartiendo la mesa”
La magistrada remarcó una foto “muy relevante”: Fue tomada en un momento de “gran importancia en la carrera profesional de todo médico: el de la celebración de los 50 años con la profesión, momento en el que se toma el
segundo juramento hipocrático. Este resulta ser un acto académico de conocida relevancia, y en dicha
fotografía se aprecia” al médico con quien luego fue su heredero.
excelente fallo!
Hola Teresa, Gracias por leernos!
Bien por el fallo. Lástima que la Ley Argentina no contemple los testamentos. Ej. dejar bienes a favor de instituciones. Hay parientes que no se merecen ninguna herencia.
Hola Elsa, gracias por leernos y por tu comentario
Por sobre la ley; el espíritu de la ley; aunque en este caso tienen relevancia valores superiores. El amor y la solidaridad del sujeto de marras lo ponen a la altura que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios./por lo tanto una sentencia ejemplar!!
Hola Isolda, gracias por leernos y por tu comentario
Para una película de amor y de Abogados! Material didáctico para derechos reales
Hola Blanca, gracias por leernos y por tu comentario.
Al no tener herederos forsozos, el causante puede disponer libremente de la totalidad de sus bienes. No debería ser necesario ni historias, ni cuidados para justificar la voluntad del causante. Entiendo que en el marco de una denuncia por estafa procesal y/o falsificación, como estrategia de los demandantes para hacerse de la herencia, el juez deba prestar atención a aquellas cuestiones. Pero en caso de resultar concluyente la validez del testamento otorgado, no deberían ser necesarias aquellas apreciaciones. Ni debería poder cuestionarse la institución del legítimo heredero. Es mi opinión. 😉
Finalmente el nieto de la señora heredó todo ?
Muy buena historia !
Hola Andrés, gracias por leernos. Si así fue.