Una embarazada beneficiada con prisión domiciliaria en diciembre pasado pidió ahora volver a la cárcel porque allí está mejor.
La joven remarcó que en el pabellón donde estaba alojada está contenida por sus compañeras y logró dejar el consumo de droga, tras una adicción de una década.
Luego de regresar a su casa con la domiciliaria, se escapó y estuvo en situación de calle hasta la semana pasada
Para ello rompió la tobillera electrónica, luego de una discusión con su mamá y su abuela por negarse a controlar el embarazo.
“No me importó”, dijo luego al juez.
La mamá
Su mamá llamó a la comisaría para dar cuenta de su regreso, avisar que estaba violenta y que se negaba a realizarse controles médicos por el embarazo y que había retomado el consumo de droga y alcohol.
La joven sufre adicción a las drogas desde hace una década, la familia nunca logró que aceptara tratarse. Refirió que llegó a vender objetos propios y ajenos para pagar por los estupefacientes.
La madre y la abuela explicaron que ya no saben más qué hacer para ayudarla, reclamaron que se ordene un tratamiento y avisaron al Tribunal que -en estas condiciones- no están dispuestas a ofrecer el domicilio para la prisión domiciliaria.
Convocada por el juez de feria de la Cámara Federal de San Martín, ella explicó que “estaba mejor en la unidad carcelaria, donde tenía más contención de sus compañeras y cuidados por su embarazo, que ahí no consumía droga”
” Que, por eso solicit ser reintegrada a la misma unidad y pabellón en el que se encontraba alojada hasta que se le otorgó el beneficio, como asimismo ser sometida a un tratamiento de rehabilitación por consumo de estupefacientes”
Obligación del Estado
Las partes consultadas coincidieron en que “es menester que la detenida sea integralmente evaluada por el Cuerpo Médico Forense o por otros profesionales especializados en adicciones, quienes puedan estimar el programa o tratamiento más adecuado para preservar la salud de la detenida y de la vida por nacer
” De acuerdo a todo lo anteriormente referido, podemos concluir que no están dadas las condiciones para que regrese al domicilio de su abuela materna con el beneficio de arresto domiciliario”, concluyó el juez Esteban Rodríguez Eggers.
Por ello revocó la prisión domiciliaria, ordenó al Servicio Penitenciario Federal disponer el inmediato traslado y alojamiento de la joven en el mismo pabellón en el que estaba, y que se le briden la atención médica correspondiente además de someterla a un programa de rehabilitación para tratar su adicción.
También se enviaron oficios al Ministerio de Salud de la Nación y a la SEDRONAR para que informen al Tribunal sobre la existencia de un establecimiento público para alojar a la joven “a la brevedad”