“Usted no me hable así, yo soy jefe de la federal”. El conductor de la camioneta le “ordenaba” a un oficial de calle de la Policía Federal que corriera otro vehículo estacionado para colocar el suyo.

Para eso, dijo ser un jefe policial y mostró una credencial.

Además, en su camioneta roja Toyota Hilux llevaba luces de emergencia y “adherido en el parabrisas un equipo de balizas” similares a la de los móviles policiales.

Pronunció esa frase cuando el agente le explicó que el auto que buscaba “correr” estaba sin conductor y había que esperar su vuelta.

Falso policía

Un detalle: el hombre no era ni había sido nunca miembro de la fuerza de seguridad.

Ahora está procesado sin prisión preventiva acusado por usurpación de grados, títulos y honores en concurso ideal con el uso de documento público falso

La decisión fue del juez del caso Sebastián Casanello y quedó confirmada en la Cámara Federal porteña, el tribunal de apelaciones.

Se trata de un delito federal y por eso la causa tramita en los tribunales de Comodoro Py 2002.

En su defensa dijo que el carnet que tenía era recuerdo de un amigo policía, que no era falso y argumentó que “no contenía ningún dato identificatorio” de persona alguna “ni acreditaba función, cargo o jerarquía”

Qué pasó

El día del incidente el ahora acusado estacionó su camioneta detrás de otro vehículo, frente a la puerta de un hotel.

Entonces llamó a un agente que estaba de consigna y le ordenó que buscara dentro del comercio al dueño del vehículo y lo obligara a correrlo.  El quería estacionar allí.

El policía respondió que debían esperar el retorno del conductor, a lo cual obtuvo la respuesta vinculada a la pertenencia a la Policía Federal y presentó la credencial

El agente comentó lo que ocurría a otro policía y ambos pidieron al conductor su identificación.

Todo terminó con el secuestro de la credencia que rezaba “Acceso a Alcaidías”, una “jineta” de Sargento Primero de la PFA y las balizas que tenía colocadas la camioneta.

En su descargo dio que la tarjeta plástica incautada en su billetera era “recuerdo de un amigo suyo que había sido policía” y que la tenía desde hace dos décadas.

Hablar “de mala manera”

Un agente de la División Defraudaciones y Estafas de la Policía de la Ciudad expuso que al pasar por el lugar de los hechos había observado estacionada una camioneta con dos personas en su interior, una de las cuales le hablaba “de muy mala manera” al personal policial que se encontraba de parada en dicho sitio. 

Relató que, a continuación, se acercó al agente, quien le comentó lo sucedido, motivo por el cual le solicitó a las personas que se encontraban en el vehículo que descendieran y se identificaran.

Indicó que, en ese momento, negaron haberse identificado como policías hasta que el ahora procesado extrajo de su bolsillo una credencial que parecía expedida por la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la P.F.A.

“A su vez, destacó que la camioneta tenía colocadas luces de emergencia similares a las que usan los móviles policiales, pese a no tener ninguna documentación que avalara su tenencia”

Por todo ello, el hombre quedó ahora con procesamiento confirmado.

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