La justicia ordenó a un hombre cesar con la vigilancia y monitoreo constante hacia su ex pareja (stalked), hackeos de sus dispositivos y aplicaciones y dispuso que desconecte de inmediato aquellas que “impliquen monitoreo o rastreo de ubicación (GPS) de la víctima.
También le advirtió que tiene que terminar con la manipulación, intercambio o publicación no autorizada de información privada o datos personales (doxing) de la denunciante.
Todo bajo advertencia de fijarle una multa de 800.000 pesos por día e iniciarle una causa penal.
Prohibiciones
Como regla general, se le impuso “cesar con toda actividad intencional y reiterada mediante computadoras, teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos que impliquen un patrón de conductas amenazantes, persecutorias o de control que socaven la sensación de seguridad o el derecho a expresarse en los ámbitos digitales de la víctima”
También abstenerse de publicar fotos y/o videos y/o comentarios sobre ella en cuentas de redes sociales ya sea originales o creadas en su nombre con suplantación de identidad
Todo incluye eliminación de datos sobre la mujer almacenados en la nube.
No debe quedar registrado “en ningún tipo de sistema o soporte”
Ciberhostigamiento
En resumen, el denunciado debe cesar “con el ciberhostigamiento” a su ex pareja en un plazo de 48 horas.
Estas medidas se sumaron a las clásicas de prohibición de acercamiento o comunicación por cualquier vía.
Quién ordenó la medida
La decisión fue del juez de Paz de la localidad bonaerense de Hurlingham Carlos Miceli, en virtud de la Ley de Protección contra la violencia familiar 12569 y sus modificaciones y su par nacional 24417
La norma pena ” toda acción, omisión, abuso, que afecte la integridad física, psíquica, moral, sexual y/o la libertad de una persona en el ámbito del grupo familiar, aunque no configure delito”
La mujer presentó la denuncia y contó que conoció a su ex pareja por redes sociales, cuando ella era menor de edad -tenía 15 años- y él 18.
La relación terminó con escenas de celos, control de movimientos por aplicaciones, presiones para que dejara a sus amistades.
Fue entonces que comenzó el ciberacoso, con hackeos, ingresos a su cuenta de correo electrónico, redes sociales, detalló en la denuncia