Un veterinario de Mar del Plata deberá indemnizar a un cliente por la muerte de siete cachorritos recién nacidos de su perra, a raíz de una cesárea que se habría practicado antes de tiempo.
Berta había sido inseminada de manera artificial y esperaba ocho crías, siete de las cuales murieron apenas nacidas por “falta de maduración”, según se determinó en la demanda judicial.
El veterinario argumentó que “la responsabilidad de su desacierto” era del cliente que decidió la fecha de la cesárea.
Código de ética del Colegio de Veterinarios
El Código de Ética confeccionado por el Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires dispone que éstos deben: “Actuar con la debida diligencia, evitando caer en conductas negligentes, tales como (…) No utilizar los medios adecuados para el caso”
El artículo 15 agrega que “el veterinario podrá rehusarse a continuar la atención de un caso, cuando el comportamiento del cliente va en desmedro de su actuación en el mismo y/o afecte su prestigio profesional.”, menciona la resolución judicial.
“Ello implica que si el veterinario no conocía la fecha exacta de gestación (que, insisto, ha sido demostrada como un elemento central para programar la cesárea) bien pudo —mejor dicho, bien debió— abstenerse de realizar una práctica que, ante la falta de información suficiente, implicaba el riesgo de que las crías fallecieran por falta de maduración”, advierte la sentencia
Qué pasó
Berta es una perra de raza bulldog francés -registrada en el Kennel Club Argentino- y fue sometida a la cesárea programada en el consultorio del veterinario en Mar del Plata en octubre de 2021.
En primera instancia la demanda había sido rechazada por falta de evidencia pero la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Mar del Plata revocó esa decisión y condenó al profesional a indemnizar al dueño de la mascota por daño moral y pérdida de chance.
“Su mala praxis viene dada por haber programado una cesárea antes de tiempo, poniendo en riesgo cierto de vida a las crías”, determinó el Tribunal
El veterinario ” llevó a cabo todo el control de la gestación desde su inicio y era el único responsable de examinar al animal, previo a la cirugía, a fin de conocer si estaban en condiciones de nacer sus crías”
La decisión fue de los jueces Roberto Loustaunau y Ricardo Monterisi.