La investigación se realizó en los tribunales federales de Retiro luego de acumularse denuncias que habían llegado a varios juzgados por separado.Eran varios departamenos en un mismo edificio.
Uno de los denunciantes contó que buscaba por internet un sitio donde pudieran hacerle masajes y llegó a la página de la organización. Se comunicó a un teléfono publicado y al llegar la encargada “comenzó a ofrecerle mujeres”. Cuando entró a un gabinete con una de ellas, le contó que era “obligada a mantener relaciones sexuales con hombres y que no era para lo que la habían contratado originariamente”.
En la causa hay impresiones de las páginas web que ofrecían “spa y masajes” con fotos que detallaban edad, altura y medida de las mujeres. Lo mismo ocurría en el perfil de Facebook y en otros sitios y foros de Internet.
Informes comerciales, crediticios, bancarios, financieros, impositivos y sobre bienes muebles e inmuebles dieron cuenta de un complejo entramado que se habría montado para “lavar” dinero obtenido de manera ilícita como parte de una asociación ilícita vinculada fnanciera y comercialmente “dedicada a la trata sexual de personas y la explotación económica de la prostitución ajena, que respondería a un funcionamiento organizado con reparto de roles y funciones”.
Para administrar el dinero se habría creado un complejo de cinco sociedades y diez fideicomisos.
Los clientes dejaban comentarios en las páginas web. El 27 de abril de 2014 uno escribió: “Hola, fui a …., que ahora funciona encubierto como spa. Cuando entras te hacen la presentacion, seran como unas 8 minas, están todas buenas…La recepcionista te pregunta cuanto te vas a quedar”.