Los jueces deben dar una respuesta “adecuada” ante tragedias como la de Cromañón, un hecho de “gran impacto social y con consecuencias sumamente dañosas”. Ante ello, los magistrados “no deben prescindir en el cumplimiento de la misión que les incumbe, de la preocupación por realizar justicia”.
“Corresponde honrar el deber imperioso e indeclinable de la justicia de restituir el orden vulnerado, también en cumplimiento estricto de su deber constitucional”.
Con estos duros términos, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal resolvió, en plena feria judicial extraordinaria por el Covid-19, confirmar una sentencia que ordena indemnizar al papá de un joven muerto el 30 de diciembre de 2004 en ese local del barrio porteño de Once, durante el recital del grupo “Callejeros”.
A más de 15 años del hecho, los familiares de víctimas aún siguen con juicios abiertos en reclamo de indemnizaciones
Los jueces ordenaron ahora pagar la indemnización por distintos rubros, entre ellos daño moral, al padre de la víctima.
Los condenados son el Estado Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Los intereses se calcularán desde el día de la tragedia.

“Difícilmente pueda concebirse un hecho de mayor repercusión espiritual para los padres que la muerte de un hijo, puesto que ello es contrario al curso natural de la existencia humana, y a la vez implica la privación por siempre de las legítimas expectativas vitales y afectivas recíprocas que se suceden en el transcurso de la relación filial”, advierte el fallo al a hora de ponderar el daño moral.

“Se ha señalado que el dolor humano es apreciable y la tarea del juez es realizar la justicia humana; no se trata de una especulación ilícita con los sentimientos, sino de darle a la víctima
la posibilidad de procurarse satisfacciones equivalentes a lo que ha perdido”, agrega el fallo del Tribunal de Apelaciones.
Para los magistrados “se trata de compensar,
en la medida de lo posible, un daño consumado. En este orden de ideas, el dinero es un medio de
obtener satisfacción, goces y distracciones para restablecer el equilibrio en los bienes extrapatrimoniales”.
En la tragedia de Cromañón murieron 193 personas y hubo centenares de heridos, cuando uno de los asistentes al recital prendió una bengala que causó un incendio, en el local de Bartolomé Mitre 3060.
Los camaristas José Luis López Castineira, Luis Márquez y María Caputi volvieron a descartar, como ya se hizo en fallos anteriores, una diferencia en la proporción de reparto de culpa entre los gobiernos nacional y local.

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