Una mujer enfrenta una causa penal por pagar con dinero falso compras que realizó a través del sistema de mensajería WhatsApp y en una plataforma de venta virtual, Marketplace de Facebook.
En uno de los casos hizo un pedido a una tienda de comidas por 16.000 pesos y cuando la empleada llegó con lo comprado, recibió 16 billetes de mil pesos, todos apócrifos.
La esperó en la puerta de un edificio en el cual no residía, recibió la mercadería y se subió de inmediato a un remise que la esperaba.
En otra ocasión, pactó la compra de cuatro pares de zapatillas a través de Marketplace.
Para ello citó a la vendedora en cercanías de su domicilio en Palermo y le entregó ocho billetes de mil pesos. Su falsedad se notaba a primera vista, pero cuando la víctima de la estafa reaccionaba, la compradora ya había emprendido la retirada con la mercadería
Así ocurrió en todos los casos.
Marketplace
En  esta última ocasión, la de las zapatillas, la vendedora recorrió los edificios de la zona describiendo a la compradora, hasta que el encargado de uno de ellos la identificó.
La estafada llamó a la policía y minutos después quedó detenida. Ahora la Cámara Federal de la ciudad de  Buenos Aires confirmó su procesamiento por estafa y expendio de moneda de curso legal falsa, pero sin prisión preventiva.
Al quedar detenida, se encontraron en su poder cuatro pares de zapatillas coomprados, así como del monedero con ocho billetes de un mil pesos, una billetera con tres billetes de igual denominación y una licencia de conducir a nombre de otra persona.
Las pericias hechas en la causa demostraron que todos los billetes usados para las operaciones comerciales eran falsificados. Su defensa argumentó sin éxito que los recibió y usó “de buena fe”.
Sin buena fe
“Adviértase que en ambos casos indicó nombres supuestos; citó a quienes resultaran damnificadas en zonas cercanas entre sí y con su entonces domicilio”, remarcaron los jueces al descartar esta defensa.
También remarcaron que usó un número de línea telefónica a  nombre de otra persona y que tenia una licencia de conducir que tampoco le pertenecía.
“En cada operación se reiteraron los números de serie de algunos de los billetes utilizados e, incluso, también en forma cruzada. En suma, no puede sostenerse que recibiera los billetes de buena fe. Por el contrario, su accionar revela el despliegue de un ardid a través del cual llevó a engaño” a sus víctimas
Los jueces Martín Irurzun, Eduardo Farah y Roberto Boico remarcaron que causó un perjuicio patrimonial a las vendedoras.
Los billetes usados “carecen de la totalidad de los elementos de seguridad, habiéndose realizado mediante el sistema de impresión láser e intentado simular la marca de agua”, concluyó una pericia. Por eso la ahora procesada buscaba retirarse rápido del lugar, después de cada transacción.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.