Robar o intentar robar cables de una estación de tren no es un delito insignificante.
Lo resolvió un Tribunal que dejó preso a un hombre que intentó sustraer los cables de la caja de alimentación de las cajas de seguridad del andén 2 de la estación del ferrocarril Belgrano Norte, en Retiro, ciudad de Buenos Aires.
Los jueces tuvieron en cuenta el valor de lo que se intentó sustraer informado por la empresa y el perjuicio que pudo haber causado para el servicio de ese ferrocarril en caso de haber concretado el robo.
El hecho se evitó porque el hombre fue captado por cámaras de seguridad cuando manipulaba la caja y tenía en su poder un elemento punzante de armado casero
Se observó la conduta en filmaciones de la zona, se lo detuvo y portaba una bolsa de nylon con un cable en su interior y el elemento cortante.
Decisión judicial
“Desde esa perspectiva, los hechos del caso –así fijados- no dan lugar, a priori, a la doctrina de la insignificancia que invocó la defensa para descartar la tipicidad de la conducta”
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Eso es así “por la incidencia que pudo haber tenido” en el patrimonio de los dueños de los objetos y en la prestación del servicio.
Para la Cámara Federal porteña cobró relevancia el intento de consumar la sustracción de los cables forzando la caja.
Preso
Por ello los jueces Martín Irurzun y Roberto Boico confirmaron la prisión preventiva ” maniobras que ciertamente implicaron un inicio de ejecución de acciones destinadas a un apoderamiento”
El delito está previsto en el artículo 164 del Código Penal y prevé prisión de un mes a seis años para quien se apodere o intente hacerse de manera ilegítima “de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, con fuerza en las cosas o con violencia física en las personas, sea que la violencia tenga lugar antes del robo para facilitarlo, en el acto de cometerlo o después de cometido para procurar su impunidad”.