Una nena de doce años se animó a contar a dos compañeras en la escuela que el hombre que le alquilaba una pieza a ella y su mamá la abusaba.

Las amigas la convencieron y se lo contaron a un docente. Se radicó la denuncia y el abusador quedó detenido.

El acusado acaba de confesar el delito y pactar pena de un año y cuatro meses de prisión en suspenso en un juicio abreviado.

El rol de la escuela

El hombre confesó haber toqueteado a la nena cuando la mamá la enviaba a colgar ropa al lavadero en común de la vivienda. Según la acusación, lo hizo en al menos nueve oportunidades

Todo terminó cuando ella le contó a dos compañeras de colegio un día durante el almuerzo.

Terminaron de comer y la víctima junto a las otras dos nenas frente a quienes se había animado a hablar, se acercaron a un profesor.

Ella le pidió poder conversar con algún directivo del colegio “respecto de una situación que atravesaba en su casa, que ella reconocía como que no estaba bien, sin abundar en detalles”, resume la causa judicial.

El profesor la contactó con una directiva que dialogó con la niña: la alumna le comentó  que vivía sola  con su madre, y que su padre vivía lejos, sin mantener un vínculo estrecho. 

Luego, le manifestó que “el señor que está ahí en la casa, que alquila la habitación donde vivimos, me toca cada vez que viene y ve que mi mamá esta distraída o no está en la casa ”, 

Le expresó  “que no le gustaba, y que para que el hombre no pudiera encontrarla, se encerraba en la habitación con llave, que su madre volvía a la casa muy tarde, y que la única forma de que no le pasara nada era encerrándose en la habitación”

Se la veía angustiada y había llorado, dijo la docente cuando declaró en sede judicial

Enteradas las autoridades del colegio, pusieron en marcha el protocolo previsto para esas situaciones, se contactaron con la guardia de abogados del Consejo del Menor y la Familia y llamaron al SAME.

La alumna fue trasladada a un hospital y una vez allí se avisó a la madre para que se presentara.

El juicio y la condena

En juicio abreviado, el acusado pactó una pena de un año y cuatro meses de prisión homologada por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de la ciudad de Buenos Aires.

Como atenuantes se tuvo en cuenta que confesó y ello contribuyó a “una más pronta resolución de la causa” y como agravante la diferencia de edad con la víctima, y el “aprovechamiento” de la situación de abusarla cuando estaba sola, “en una clara situación de vulnerabilidad”

En la condena se le prohibió acercarse a la nena por cualquier medio, “ya sea digital, por medios electrónicos o redes sociales por sí o a través de terceras” personas, también deberá ” someterse a un tratamiento psicológico y realizar un curso de violencia de género.

Por último se dispuso la extracción de datos genéticos para ser registrados en el Registro Nacional de Datos Genéticos  Vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación

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