La Justicia ordenó a una prepaga cubrir la cuota de una escuela privada para una nena con trastorno del espectro autista (TEA) y certificado de discapacidad.
Rechazó el intento de la empresa de que pasara a una escuela pública.
Postura de la prepaga
La familia tuvo que presentar un amparo porque la prepaga se negó a cubrir la cuota del colegio donde la nena concurre desde los cuatro años y envió un asistente social a recorrer la zona del domicilio para realizar un listado de escuelas públicas y mandarlas por nota a la familia junto al link de la pagina web donde debía realizarse la inscripción.
Pero el accionar de la prepaga se limitó a esta recorrida sin averiguar en cuál de estos establecimientos había vacante o gabinete psicopedagógico y psicológico que pueda contener a la niña.
Decisión judicial
La Cámara Civil y Comercial Federal confirmó que la prepaga deberá hacerse cargo de la cuota del colegio privado al que va la afiliada, una decisión de los jueces Alfredo Silverio Gusman y Florencia Nallar
Ambos tuvieron en cuenta que la médica que atiende a la nena sostuvo que va a ese colegio en jornada completa con apoyos necesarios – gabinetes de psicopedagogía y psicología-.
También hace mención de la continuidad en la misma institución por su integración al grupo de pares y la cercanía con su domicilio.
Esta prescripción, “en su aspecto sustancial, no ha sido controvertida por la empresa OSDE”, remarca la resolución judicial.
No hay constancia de que OSDE “hubiera realizado alguna actividad concreta tendiente a determinar la existencia de oferta estatal adecuada a las necesidades de la niña”
Tampoco para “realizar la evaluación interdisciplinaria que prevé el artículo 11 de la Ley N°24.901 , que bien podría arrojar algún tipo de precisión sobre la posibilidad de discontinuar con la escolaridad en el colegio al que asiste desde los cuatro años de edad”, concluye la sentencia.