“Si querés trabajar conmigo en el autódromo volteátelo al viejo…Más te conviene que lo agarres al viejo porque olvídate, no te pongo esta semana en el Mouras”, frases que forman parte de las escuchas amenazantes a una promotora víctima de prostitución VIP

Un fiscal, Franco Picardi, apeló las excarcelaciones que fueron otorgadas a un empresario y otros dos integrantes de una banda de prostitución VIP. en el caso del autódromo Fangio en Rosario. Fundamentó su posición en la existencia previa de una “relación de poder abusiva y desigual erigida sobre distintas mujeres”. Los imputados, mediante amenazas  “lograron incidir sobre su autodeterminación, en base a la amenaza, como mínimo, sobre su estabilidad laboral”. Por ello, para el fiscal deben estar presos.

Las escuchas que surgen de la investigación:

“O te lo volteas al viejo…no te hagas la pelotuda” y “si venís la semana que viene no te hagas la pelotuda… y te digo, si vos querés trabajar conmigo en el autódromo volteatelo al viejo la semana que viene…sino llamo a Osvaldo y no quiero que ni si quiera te vea… o estás con Osvaldo o directamente no le hables mas a él ni a mi”.

“Escuchame, te dio 200 dólares… más te conviene que lo agarres al viejo esta semana que me voy a Bahia Blanca porque olvidate que no te pongo este fin de semana en el Mouras, no me hinches los huevos. Andá y agarrate al viejo…”.

Esas son las transcripciones de audios entre una mujer que integra la banda de prostitución VIP y una joven a la que obligaban a mantener encuentros sexuales con un empresario, dueño de una concesionaria de autos, que también está acusado en un caso de trata.

Los presuntos integrantes de la banda, el empresario Raúl Osvaldo Roncayolo,  K J y E F, fueron excarcelados por el juez Rodolfo Canicoba Corral, pero el fiscal Franco Picardi apeló al considerar que los tres deben estar presos. La Cámara Federal deberá intervenir.

Los argumentos del fiscal : “En la presente investigación nos encontramos ante la existencia de una relación de poder abusiva y desigual erigida sobre mujeres, en la que se acreditaron presiones a través de las cuales los imputados lograron incidir sobre su autodeterminación, en base a la amenaza, como mínimo, sobre su estabilidad laboral. Esto genera la existencia de indicios que justifican la grave sospecha de que el imputado podría amenazar, hostigar o intimidar a las víctimas”.

En la causa hay un informe preliminar del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación , del cual se desprende que durante las entrevistas mantenidas con las mujeres, algunas manifestaron que “era sabido que Roncayolo le solicitaba a la Sra. J mujeres para mantener contactos sexuales”.

Afirmaron también, que éste a cambio, abonaba entre diez mil pesos a quince mil pesos por la promotora que “eligiese”.

En relación con ello, una de las mujeres manifestó “te pagan tan poco que para hacerte de otro sueldo te ofrecen prostituirte”, mientras que otra indicó “y si necesitas más plata podes hacerlo”, y una tercera relató “hoy estaba (K J) manteniendo una videollamada con el viejo Osvaldo, y le decía mirá que lindas están las chicas, que bien les quedan los uniformes…me pareció desubicado, no tenía que filmarnos para mostrarnos a nadie”.

Finalmente, del informe preliminar, se desprende que algunas mujeres entrevistadas indicaron que si se negaban a “estar con él”, la Sra. J “se enojaba” y las sancionaba dejándolas de convocar o dándoles un menor espacio en las próximas carreras”.

De las escuchas telefónicas realizadas en el marco de la investigación también “se desprenden con claridad las maniobras de trata con fines de explotación sexual y principalmente la presión que efectuaban sobre las mujeres, demostrando la posición de poder de los imputados y la debilidad de las víctimas”.

A modo de ejemplo, en el  CD que lleva el número 54 se encuentra registrada una conversación entre Roncayolo y J, donde hablan de una promotora que no sería “autito” 7 aún y dice Roncayolo “…y si vos queres ganar más, tenes la posibilidad de ganar más…” y J dice “…ésta la voy a agarrar, la voy a agarrar y la voy a sondear porque ésta es de allá, es de pueblo, entonces qué pasa, necesitan…necesita plata me dijo también la pobre…”.

En el CD 56 hay una conversación entre J y Roncayolo donde hablan de una chica, conversan que “es bueno que tenga un nene, que necesita”.

En el CD 42 hay una conversación entre Marcelo (pareja de J y KJ, hablan del supusto apriete de J a una promotora que habría cobrado ocho mil pesos y no tuvo relaciones sexuales con Roncayolo. Luego J habló con la promotora y le dijo “o te lo volteas al viejo…no te hagas la pelotuda” y “si venís la semana que viene no te hagas la pelotuda… y te digo, si vos querés trabajar conmigo en el autódromo volteatelo al viejo la semana que viene…sino llamo a Osvaldo y no quiero que ni si quiera te vea… o estás con Osvaldo o directamente no le hables mas a él ni a mi”.

En el CD 74 hay una conversación entre J y Roncayolo donde el nombrado le dice que “Belu” no lo llamó y no se encontraron y le dice a J que la deje afuera de la carrera. También le dice que cualquiera menos “Belu” y “Villa del Parque”. Le dice que las ponga en otra cosa y que las vaya sacando así no sospechan que como no se acostaron con él, pierden las carreras y se evitan problemas.

“Estamos frente a un fenómeno complejo, donde los imputados no afectaban –en principio- la libertad ambulatoria de las mujeres, o le retenían sus documentos, pero utilizaban el poder -económico- que les daba ser quienes decidían las contrataciones de las promotoras en el marco de la necesidad de trabajar y tener una fuente de ingreso por parte de las víctimas, para así llevarlas hacia la explotación sexual, principalmente en los circuitos de carreras profesionales de automovilismo”, advirtió el fiscal en su dictamen.

“Insisto, esta situación de poder de los imputados y la necesidad de trabajo de las mujeres que rigió en un vínculo donde las víctimas se encontraban en una situación de extrema debilidad, genera la existencia de indicios objetivos que justifican la grave sospecha de que el nombrado Roncayolo podría amenazar, hostigar o intimidar a las mujeres para mejorar su situación”, dijo el fiscal respecto de Roncayolo. Idéntica situación adoptó respecto de los demás integrantes de la banda.

En su dictamen, el fiscal explicó la mecánica de este tipo de situaciones. Las  víctimas de trata son amenazadas por sus tratantes, “no sólo para que acaten sus órdenes durante la fase de explotación, muchas veces también son aleccionadas –bajo distintos tipos de amenazas- acerca de lo que deben decir en caso de tener que declarar ante diferentes órganos de control. En los casos de trata y explotación sexual, es frecuente que se les indique decir que no son explotadas sexualmente, o que ellas “eligen” libremente y con desconocimiento de sus “jefes” prostituirse”.

Para el fiscal,  la libertad de los imputados podría ir en desmedro del éxito de la investigación, sobre todo en lo atinente a la influencia que podría ejercer Roncayolo sobre las víctimas, como también en miras a establecerse la real magnitud de los hechos investigados y si existen otras personas involucradas.

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