En septiembre de 2011 un hombre fue a un centro de tratamiento capilar para realizarse un implante, pero el cabello nunca le creció. Peor aún, aseveró que el procedimiento derivó en la caída del poco pelo que tenía. “Nunca creció o creció en un porcentaje no superior al 5% y, peor aún, desató una caída de pelo nativo de gran magnitud”, explicó.

Según su denuncia  judicial, reclamó la devolución del precio abonado por el implante, pero le ofrecieron uno nuevo en forma gratuita, al que accedió y se concretó el 27 de julio de 2012.

El resultado fue similar al primero. De acuerdo al expediente, sostuvo que la irritación en la piel fue desproporcionada y no se normalizó hasta el momento de iniciar la acción judicial. Atribuyó la responsabilidad por mala praxis a los médicos y a la clínica demandada que –según consideró- asumió frente al paciente un deber de seguridad respecto de la eficiencia de la prestación

Defensa del centro de implantes

El centro demandado negó su responsabilidad. Argumentó que en las dos cirugías practicadas se produjo una “baja supervivencia del injerto, complicación que constituye uno de los riesgos inherentes a ese tipo de cirugía capilar y que, además, en el consentimiento informado firmado por el paciente constaba claramente la posibilidad de que eso ocurriera”.

También argumentó que el demandante realizó un tercer implante sobre la misma zona capilar el 28 de abril de 2014, circunstancia que impediría discernir el grado de incidencia de las tres cirugías en las lesiones que se dicen padecidas.

Primer rechazo judicial

El juez de primera instancia rechazó la demanda y el hombre apeló el fallo argumentando que el magistrado  incurrió en arbitrariedad porque no examinó las pruebas producidas y se apartó de las conclusiones de la perito médico designada de oficio.

El informe, según argumentó, decía que el paciente presenta “dos cicatrices mayores de 4 cms. en la región frontal que le generan una incapacidad parcial y permanente del 14% (que con el psicodiagnóstico se eleva a 18,3 %) y que las cicatrices y la incapacidad del actor son consecuencia del accionar del cirujano que lastimó al actor en una operación capilar”.

Sostuvo que no demandó por “falta de resultado” sino por los daños físicos, psicológicos, estéticos y morales sufridos a causa del tratamiento al que fue sometido.

Resaltó que a partir de “la concluyente incapacidad que señala la pericia médica, se ha probado la mala praxis y la relación causal entre el daño sufrido” y el accionar del profesional que hizo la intervención.

En la causa fueron analizadas dos medidas probatorias clave, el informe pericial y la historia clínica. Pero la resolución no favoreció al hombre con calvicie.

Segundo rechazo

La Cámara Civil explicó que en el caso de las cirugías puramente cosméticas, la jurisprudencia y doctrina sostienen que debe apreciarse con mayor severidad la conducta del profesional debido a la naturaleza y finalidad que dan origen estas intervenciones.

“Ello porque no están motivadas por una patología y, además, se aprecia la ausencia -en general- de grandes riesgos. Esa mayor severidad ha de regir no sólo en lo atinente a la práctica misma de la operación, sino también respecto a la conducta que ha tenido el galeno y que desencadenó en esa intervención”.

“No obstante, el mayor rigor apuntado implica mutar la naturaleza de la obligación; de modo que no acreditada la culpa no tendrá nacimiento la responsabilidad galénica”, advirtió la Cámara.

Para el camarista Roberto Parrilli, “la sola circunstancia de que la perita médica haya verificado en la revisación médica del actor la existencia de cicatrices generadoras de incapacidad no autoriza a concluir, como parece entenderlo el actor al expresar agravios, que dichas lesiones guarden relación de causalidad siquiera meramente material con el obrar de los médicos demandados y, menos aún, hay prueba de la causalidad jurídica”.

En el dictamen pericial no hay –según la Cámara- una sola referencia que permita afirmar que las dos cicatrices de 4 cm verificadas en el examen físico realizado por la experta y que le provocan al actor una incapacidad del 14 % se corresponden a las dos primeras intervenciones y descartar que, en cambio, fueron originadas en la tercera cirugía realizada el 28-4-2014 en otro centro médico.

“Tampoco se ha demostrado que fueran el resultado de una falta de diligencia de los médicos demandados constitutiva de mala praxis, que excediera el riesgo propio del tratamiento debidamente comunicado al aquí recurrente a través del consentimiento informado incorporado en la historia clínica donde se hizo constar la posibilidad de sufrir” cicatrices.

Los camaristas Parrilli, Lorena Maggio y Claudio Ramos Feijóo  rechazaron la demanda contra el “Centro Integral de Tratamiento Capilar S.A” “porque no hay prueba alguna que haya incumplido su deber de seguridad”.

Además, el hombre deberá pagar todos los gastos derivados del juicio.

Comments

  1. He asistido a 3 consultas con los 3 centros especializados mas conocidos de la Argentina. Siempre informan de como va a ser la cirugía, muestran fotos de supuestamente implantes que dieron resultados y luego establecen la cantidad de cabello a implantar y el costo. Que por supuesto se abona por adelantado. Eso es siempre así. Nunca mencionan ni muestran los distintos casos fallidos, las secuelas, cicatrices, los daños causados en zonas donantes, y sobre todo que no se informa sobre que el paciente es obligado a firmar que están estos riesgos y la empresa no se hace responsable y que el único culpable si algo sale mal es el paciente por haber accedido. Por eso todo paciente debe exigir una mínima cirugía de prueba, y que en lo posible se realice el implante en la zona menos visible por ejemplo en la coronilla o parte superior de la cabeza, y a esperar los resultados. Si esto funciona se puede continuar con futuros implantes siempre reducidos con un plazo de observación de resultados. y dejando para lo ultimo la zona mas visible. (frente)
    Por lo general la empresa no quiere hacer esto ofrecen implantes de 2000 – 3000 – 4000 y más cabellos implantados en una sola cirugía de puede demorar entre 6 y 10 horas. con un pos operatorio que es una tortura de dolor por los pinchazos en donde la persona no duerme del dolor por varios días, con todo el riesgo que implica desde que no resulte mas la perdida de todo ese dineral, mas las cicatrices y hasta casos de necrosis del cuero cabelludo. Así que no se dejen convencer. Son ustedes los dueños de la cabeza y de la plata, exijan cirugías pequeñas de prueba y continúen con cirugías reducidas. Si la empresa se niega no la realicen. Si todos les exigen esto tarde o temprano van a tener que acceder a lo que quiere la gente.

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