Tres mujeres quedaron procesadas por la supuesta compra de títulos universitarios falsos. En un caso se  usó para dar clases en el hospital Borda, en otro para ingresar como contadora a Gendarmería Nacional, sin estar recibida.
Una de las ahora acusadas lo incluyó en la página web de su curriculum.
La Cámara Federal de la ciudad de Buenos Aires las consideró “partícipes necesarias” de la maniobra de falsificación de documentos por la que se acusa a quienes vendían estos títulos falsos, de diferentes universidades privadas y certificados analíticos.
El delito previsto en el artículo 292 del Código Penal es “falsificación de documento público”
Falsas profesionales
Una procesada usó un título falsificado de Bachiller con Orientación en Humanidades y Ciencias Sociales de la Dirección del Instituto Privado 9 de Julio de la ciudad de Buenos Aires. La fecha de expedición fue el 14 de marzo de 2016, junto con el certificado analítico.
Ambos documentos fueron secuestrados en diciembre de 2021, en un allanamiento de la  División Delitos Informáticos complejos de la policía de la ciudad
En otro de los casos, se imputó “haber falsificado y/o haber participado en la falsificación del título de Contadora Pública expedido por Universidad Empresarial Siglo XXI, expedido el día 05 de diciembre de 2017, junto con certificado analítico de estudios de la misma Alta Casa de Estudios” a nombre de la ahora procesada.
Ese título apócrifo se presentó, según la causa judicial,  ante Gendarmería Nacional Argentina en 2019 para ingresar a la fuerza.
A la tercera procesada se la acusa de tener en su  poder el “certificado analítico de la Licenciatura en Psicología expedido por la Universidad Católica Argentina Facultad de Psicología y Psicopedagogía, expedido el día 15 de marzo de 2004”
La  prueba
Una de las pruebas concluyentes fueron conversaciones telefónicas incorporadas a la causa en las cuales pedía “títulos apócrifos universitarios relacionados al psicoanálisis, tanto posgrados como maestrías pidiendo para ello apostilla de La Haya, como así también una matrícula para poder desempeñarse dando clases en el Hospital Borda”.
La clienta se reunió al menos cuatro veces en un bar con otro de los acusados -autor de la maniobra- en tanto un tercero le llevó a su casa en moto el título apócrifo.
La Justicia dio por probado que las tres se contactaron con los autores materiales de la maniobra para solicitar sus servicios y pedir los títulos o certificados falsos
En una computadora secuestrada en la investigación se encontraron “modelos de títulos Universitarios a nombre de diferentes personas”
Los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens evaluaron que ” no podían desconocer ni la falsedad de los títulos y/o certificados ni la maniobra que reflejaban, puesto que ellas mismas aportaron sus datos para la confección de los mismos”
“El delito demanda la posibilidad de perjuicio a raíz de la falsificación y, esa potencialidad de perjuicio, se encuentra presente cuando existe la posibilidad de que mediante el empleo del documento de que se trate, se pueda lesionar la fe pública”, remarcaron los jueces.

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