El calvario para una usuaria de redes sociales comenzó cuando se presentó en una sede del Registro Seccional Automotor de la ciudad de Buenos Aires, para realizar la transferencia de un vehículo recién comprado a otra persona que contactó por esa vía.

Los encargados del Registro advirtieron que la documentación era falsa. Se lo dijeron a la compradora y poco después presentaron una denuncia penal.

Fue el inicio de un derrotero para la mujer, que incluyó una citación a declaración indagatoria en los tribunales federales de Comodoro Py 2002.

Ante la Justicia dio una versión de lo ocurrido y aportó nombres y direcciones en base a los cuales se llegó a otra mujer, quien quedó finalmente procesada como supuesta autora del delito como titular del DNI usado para la venta  del automóvil.

Por Facebook y WhatsAPP

La compradora del automóvil Surán juró que actuó de buena fe.

Dijo que vio un aviso en la red social Facebook de venta de un vehículo y contactó a la oferente. Pactó la operación con mensajes de WhatsAPP y se dirigió a ver el auto y luego a concretar la compra a un domicilio particular

Allí firmaron los formularios que ella luego llevaría al Registro Automotor para realizar la transferencia.

Explicó que ese mismo día notó que en el auto había faltantes, llamó a la vendedora y quedó en pasar a buscar los elementos, por ejemplo un matafuegos. Agregó que al llegar al lugar donde la citaron, nadie respondió al timbre y luego la bloquearon en el WhatsApp y no pudo volver a comunicarse.

Pese a todo ello, en julio de 2021 se presentó en una sede del Registro Seccional del Automotor en la ciudad de Buenos Aires para realizar la transferencia. La historia tuvo un final obvio: todos los papeles del auto eran falsos.

 

Compradora acusada

Desde el Registro se presentó la denuncia penal en los tribunales de Retiro, porque la falsificación de documentos es un delito federal.

La compradora terminó imputada y citada a declaración indagatoria.

Contó que a principios de julio de ese año vio la publicación sobre la venta del vehículo, se comunicó con los responsables, coordinó un encuentro por WhatsApp y le mostraron el rodado en una estación de servicio.

A pocos días de ese primer contacto se reunió con la vendedora, completó el boleto de compraventa, recibió el pago y firmaron el documento.

La compradora tomó una foto del DNI usado por la vendedora. 

Cuando ubicaron a esta última y la citaron a declarar, dijo que ella era la titular del documento pero que se lo habían robado.

No le creyeron y la Cámara Federal porteña acaba de confirmar su procesamiento. 

Otros elementos en la investigación, como la ubicación de su celular al momento de los hechos, “robustecen la sospecha en su contra”, analizó la resolución del Tribunal de Apelaciones. 

Además, la damnificada la identificó en una rueda de reconocimiento.

El rodado tenía número de motor y chasis adulterados y chapa patente con un dominio que no le pertenecía. El original contaba con denuncia por robo

Al ser indagada sostuvo que la línea telefónica vinculada al aviso y utilizada luego para concretar la venta, no estaba a su nombre, pero las celdas de ubicación de las llamadas identificaron a ese celular en la zona de su domicilio particular activándose en los horarios en que se contactó a la damnificada.

Gracias a esta evidencia, la compradora logró demostrar que fue estafada y evitó quedar involucrada en la causa judicial.

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