Al menos dos centros de estética de la ciudad de Buenos Aires quedaron clausurados en las últimas semanas por presunto uso de máquinas de origen dudoso y falta de matrícula como profesional de la salud de sus responsables

La decisión fue de una fiscalía de la ciudad de Buenos Aires al inspeccionar los lugares donde se atendía a clientas que acudían para diferentes tratamientos faciales y corporales, con maquinaria y aplicación de productos.

Máquinas sin origen claro

En uno de los casos se clausuró un departamento ubicado en Marcelo T de Alvear al 1200 y se imputó a su responsable

Durante el procedimiento, la responsable del local no pudo acreditar su matrícula como profesional de la salud, tampoco pudo dar cuenta del origen de las máquinas que usaba en el rostro y cuerpo de sus clientas.

Por otro lado, los equipos clínicos ” no contaban con autorización legal por no encontrarse registrados ante la ANMAT e incluso uno de ellos estaba expresamente prohibido por no cumplir con los estándares mínimos exigidos”, advirtió el Ministerio Público fiscal.

La  fiscal María Valería Massaglia imputó a la responsable por presunto ejercicio ilegal de la medicina y por usar maquinaria no habilitada por la ANMAT.

La inspección fue coordinada por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal y contó con la participación de la ANMAT, la División Delitos Contra la Salud y Seguridad de la Policía de la Ciudad y otros organismos de control del GCBA.

Mesoterapia por estudiante de enfermería

En otro procedimiento en un centro de estética del barrio de Colegiales se secuestraron equipos para tratamientos estéticos y productos cosméticos que se ofrecían sin autorización.

En este caso se trató de un centro ubicado en avenida Alvarez Thomas al 1100 

La inspección “permitió detectar diversos equipos de tratamiento estético facial con inscripciones ilegibles y sin ningún otro dato ni documentación reglamentaria; dispositivos de mesoterapia sin información de titular importador, de fabricante ni tampoco de las autorizaciones sanitarias correspondientes”, se detalló en el informe.

También se encontraron “microagujas para mesoterapia, sin ninguna identificación de origen, ni nombre comercial, marca o autorizaciones sanitarias, y una máquina centrífuga”

Los responsables explicaron que esta última era usada por una “estudiante de enfermería” para tratamientos rejuvenecedores conocidos como “plasma en plaquetas”

Todo quedó secuestrado al igual que las “historias clínicas de los pacientes, la documentación del lugar, la aparatología en infracción y los productos cosméticos”.

Delitos

La imputación es por delitos contra la salud, en base a los artículos 201 y 208 del Código Penal.

Estas normas penan a quien ” vendiere, pusiere en venta, suministrare, distribuyere o almacenare con fines de comercialización aguas potables, sustancias alimenticias o medicinales o mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo”

Y también prevé penas para quienes ” sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare, prescribiere, administrare o aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aun a título gratuito

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