En el aviso del diario pedían  una empleada para cuidado de ancianos y tareas de limpieza. “Al llegar al lugar fue golpeada y encerrada” por tres mujeres, contó una de las víctimas. La obligaron a ejercer la prostitución. Señaló también que, mientras se hallaba privada de su libertad, escuchó a E (una de las procesadas) hablar por teléfono, diciendo que “habían logrado traer más chicas y que las iban a llevar a una provincia”

El relato judicial de esta víctima  – rescatada por el llamado de una vecina al 911- permitió desbaratar una organización de trata que secuestraba jóvenes en estado de vulnerabilidad para prostituirlas en varios departamentos de un edificio de la ciudad de Buenos Aires

Los acusados quedaron ahora a un paso de ser enviados juicio oral por asociación ilícita y trata de personas. Además se ordenaron embargos por 20 millones de pesos para cada uno.
La investigación incluyó la citación a declarar bajo juramento de verdad a “ocasionales clientes” que fueron identificados.
Todos coincidieron que los “servicios” se pagaban a una recepcionista que había en el lugar, también procesada.
La víctima que fue rescatada declaró ante la Oficina del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata.
En la causa se investiga la trata de personas y la explotación de la prostitución ajena.
La joven fue rescatada por el llamado al 911 de una vecina, quien escuchó por el pulmón del edificio “una serie de gritos desaforados de una mujer”.
 La vecina
“Me van a matar…dejénme ir”, declaró la vecina que escuchó implorar a la víctima. LLamó al 911 y bajó a la planta baja del edificio a esperar a los policías.
Además de esta moradora del edificio, se presentaron a declarar los integrantes del Consejo de Administración, quienes ratificaron que todos los departamentos usados para el delito eran alquilados.
Otra de las víctimas, menor de edad, dijo que ejerció la prostitución en uno de los departamentos mientras que otra de nacionalidad paraguaya sostuvo que durante ocho días no la dejaron salir.
En otro de los departamentos funcionaba un estudio fotográfico y desde allí se manejaban las páginas web que promocionaban los “servicios”
“La asociación ilícita tenía montado un sistema destinado a la producción de fotografías a los fines de promocionar
a las mujeres que eran explotadas”, dio por probado la Cámara Federal porteña al confirmar los procesamientos y embargos.
Entre los acusados está el hombre que sacaba las fotos a las víctimas y administraba el sitio web.
En total hay siete acusados, cuatro mujeres y tres hombres, procesados sin prisión preventiva, por lo cual llegarán libres al futuro juicio oral.
La Justicia identificó al menos ocho departamentos que se usaban como “privados”, con rotación de víctimas.

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