La tarde del 5 de febrero de 2019, un chico de 14 años caminaba con sus amigos por Santos Lugares, partido de Tres de Febrero.
Dos hombres lo tomaron por sorpresa y lo subieron a una camioneta blanca.
El 13 de marzo siguiente, poco después de las seis de la tarde, ILF de la misma edad volvía de la escuela en el partido de San Martín, provincia de Buenos Aires. Ya en la puerta de su casa y cuando estaba por entrar, dos hombres lo subieron a una Toyota Corolla, también blanca.
A los dos los llevaron a una casa en Caseros y los tuvieron secuestrados, bajo golpes, amenazas, atados de pies y manos y con la cara tapada.
En uno de los casos, llamaron a la mamá desde el celular de su hijo y le exigieron 50.000 dólares. También se comunicaron con el hermanastro del chico, en base a los contactos que veían en el teléfono móvil.
Se pagaron 40.000 pesos y 400 dólares.
Esa tarde lo tomaron de sorpresa y dentro del vehículo lo tiraron al piso, le pegaron golpes de puño y patadas y emprendieron la marcha. El chico estuvo cinco horas en el lugar, lo picanearon y le sacaron su celular.
El modus operandi fue similar en el otro caso y en el secuestro de un hombre de 70 años.
“Todo ello deja secuelas que algunas de las víctimas dífícilmente pueden superar”, reflexionó el Tribunal Oral Federal 3 de San Martín a la hora de fundamentar un veredicto que incluyó condenas de hasta 20 años de cárcel.
Violencia física y psicológica
Según se supo después, en la casa a la que llevaban a las víctimas, vivían las hijas chiquitas de uno de los delincuentes.
El hombre, de 30 años, usó su “propia vivienda familiar donde vivían sus hijas menores a quienes expuso a la violencia de un secuestro extorsivo de otro niño para perpetrar delitos de} extrema gravedad, y la multiplicidad delictiva y el corto período en el que se desarrollaron los graves hechos que aquí se juzgan”, advirtió el Tribunal Oral Federal 3 de San Martín en los fundamentos de su veredicto.
La banda ejerció violencia sobre las víctimas, “tanto física como psicológica”.
Hubo “golpes, insultos, amenazas de matarlos, de cortarles el dedo, a dos niños y a un anciano”.
Los jueces que condenaron a la banda advirtieron por la ” intensidad del sufrimiento que le hicieron experimentar.” a los chicos de 14 años.
” También es una agravante el tiempo que permanecieron en cautiverio, durante el cual fueron ocultadas las
víctimas, en una vivienda donde los ataron de pies y manos y les mantuvieron sus ojos cubiertos”.
Los secuestradores insultaron, gritaron y amenazaron con quitar la vida a sus seres queridos a los familiares a los que llamaban para reclamar el rescate.
Los jueces condenaron a penas de hasta 20 años de cárcel por “asociación ilícita, estable y organizada, destinada a cometer delitos” desde febrero de 2019 al 14 de marzo de ese año. En ese corto lapso secuestraron al menos a dos chicos y a un anciano.
Durante el juicio oral, algunos acusados dijeron estar arrepentidos y pidieron disculpas.
Los fundamentos del veredicto del Tribunal integrado por Nada Flores Vega, Daniel Cisneros y Walter Venditti se conocieron este mes.