La Cámara Nacional en lo Civil confirmó un fallo que ordena pagar por daños y perjuicios, daño moral, psicológico, gastos médicos pasados y futuros e incapacidad en montos a calcular con intereses desde el día de la operación.
En su apelación, el hospital puso de relieve el ” desequilibrio que la condena genera en virtud de las exiguas partidas presupuestarias asignadas por el Estado nacional y municipal, que de acuerdo a sus dichos compromete la prestación de servicios esenciales con serio perjuicio a los destinatarios del mismo”, citó la sentencia.
“Al margen de no tratarse de una queja en sentido técnico, no puede constituirse en un impedimento para el derecho constitucional de la víctima a recibir una reparación plena”.
Los hechos
A las 2230 los padres pudieron verlo, ya conectado a un respirador.
Las sentencias
“Muchas veces la certeza moral no se obtiene con una evaluación aislada de los diversos elementos de prueba o sea, tomados uno por uno, sino en su totalidad que es bien diferente”, reflexionó el juez de primera instancia en lo civil Andrés Fraga.
En esa sentencia, ahora confirmada, el magistrado mencionó que “probanzas que individualmente estudiadas pueden ser objeto de reparos, ser débiles o imprecisas, en numerosos casos se complementan entre sí de tal modo que unidas, llevan al ánimo del juez la convicción de la verdad de los hechos”.En la causa se dio por probado que durante la operación el proceder fue el adecuado, pero la falla estuvo en los controles posteriores, cuando el paciente -que había superado un paro cardíaco en quirófano- no despertaba de la anestesia.
“El informe es así terminante respecto a la deficiente atención prestada a G. durante el posoperatorio y lo cierto es que ninguna de las impugnaciones de las partes, logró rebatir de modo científico y acabado esa conclusión del perito”
“No se trata más que de un formulario genérico y predispuesto con el agregado por escrito del nombre del paciente y la firma ológrafa de su madre. Ese instrumento en modo alguno puede ser considerado como apto para cumplir el deber secundario de información que resulta obligatorio para todos los médicos”, advirtió el Tribunal de Apelaciones.
“En resumidas cuentas, entiende que la afectación producida a G. que abarca desde las dificultades para satisfacer su más mínimo deseo de modo autónomo, hasta sus anhelos más complejos, se han visto truncados por los hechos que aquí se debaten”
Al día de hoy G. padece “ceguera casi total, imposibilidad para hablar” y no posee ” suficiente movilidad en sus manos como para tomar un lápiz para escribir. Únicamente se puede inferir de solo verlo, las difíciles condiciones de vida que vive el actor desde hace 12 años sin perspectivas de mejoría”, informó en la causa una asistente social que lo visitó en su casa.