Entre los fundamentos que justificaron lo resuelto, se destaca que toda la normativa que regula el ejercicio profesional de la abogacía en el ámbito de la Capital Federal, comenzando por su denominación, se encuentra dirigida a “los abogados”, expresión que responde a una práctica lingüística androcentrista que deja de lado a las mujeres.
La medida se enmarca dentro de las políticas de género que viene implementando la institución, que recientemente ha cambiado del texto de sus nuevas credenciales la leyenda “credencial de abogado”, sustituyéndola por credencial profesional.
Por su parte, también se puso en marcha la realización de un curso introductorio de capacitación en género dirigido inicialmente a quienes soliciten la matrícula.
El titular de la institución, Ricardo Gil Lavedra señaló que “manteniendo la denominación legal del Colegio Público, la mayoría del Consejo Directivo decidió que para todos los casos no oficiales el Colegio se llamara ‘de la abogacía’ en lugar de ‘abogados’, adoptando así una fórmula inclusiva”. “De tal modo, la papelería, los carteles y demás distintivos tendrán la nueva denominación”, añadió el titular del CPACF.
No me parece la denominación ABOGADOS que deje de lado a las abogadas, es un término genérico sino, a la humanidad no debería referirse más a HOMBRE, POR EJEMPLO, COMO TANTOS OTROS TERMINOS,